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  • Inmigración: desplazamiento territorial iguala al desplazamiento lingüístico

 

 “Como todos los otros mayas, hemos sufrido la pobreza, el genocidio, y la discriminación racial desde la invasión por los españoles en el siglo 16 hasta hoy por el estado oligárquico guatemalteco. Por consecuencia de lo anterior, nuestra cultura e idioma – e identidad- han estado bajo mucha presión, y ahora empeorándose por el efecto de la inmigración.”[1]                  

 

-Eduardo Jiménez (coordinador y fundador de la Asociación Grupo Cajolá)

 

            A través del documental “Los invisibles”, que he visto en el sitio web de Amnistía Internacional, he aprendido que el gran influjo de inmigrantes irregulares que huyen a los Estados Unidos vienen de Centroamérica, lo que incluye a la gente de Guatemala (“gente” aquí se refiere también a las naciones originarias). Estos documentales fuertes nos muestran la dureza de la inmigración irregular; generalmente, ser extranjero y parecer “diferente” es un reto para la integración social en un nuevo entorno para todo inmigrante.  Como si esto fuera poco, un recién llegado tiene que pasar por etapas difíciles, por ejemplo por la fase de adaptación,  sin mencionar la lucha diaria para ser aceptado en una sociedad que ama decir que es acogedora y abierta, mientras que aún vemos huellas de racismo y exclusión (como el caso en 2013 del niño de padres mexicanos que cantó el himno nacional de los EE UU antes de las finales del campeonato NBA y después hubo críticos contra el hecho que escogieron a un mexicano para cantar el himno estadounidense[2]).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por lo tanto, lo último que un inmigrante quiere enfrentar después de tal gran sacrificio es la expulsión, así que tratan de asimilarse lo mejor posible para ser y sonar como un "verdadero americano”, dice el autor Glenn E. Singleton en More courageous conversations about race : “los padres latinos tienen esa mentalidad que el conocimiento del español y tener un acento impiden al progreso de sus hijos para desarrollar la fluidez y que les convertirá en un  “verdadero” americano, de este modo ellos los niegan de hablar en español.”[3] Este método preventivo los ayuda a sentirse que tienen un futuro seguro en su nueva sociedad, la cual no es tan diferente de la que dejaron.

 

“… [mis padres] supieron que para sobrevivir en los Estados Unidos, tenías que aprender el idioma; tenías que aprender como asimilarte, una forma de asimilarse es aprender el idioma así que haciendo esto, ellos no nos dejaron hablar en nuestro idioma nativa. Pues, practicábamos el español y el inglés en casa. Entonces, lo que pasó fuera: hemos perdido nuestro dialecto en el sentido de que ya no podemos hablarlo pero podemos entenderlo.” [37][4]

 

Lo anterior es un extracto de una entrevista que investiga la identidad maya en los Estados Unidos. El participante “Sergio” es un inmigrante guatemalteco maya que vive en el sur de Florida quien enfrenta, y como muchos otros indígenas (y latinos en general), a la discriminación racial en los EEUU.  La experiencia de Sergio como inmigrante maya en Florida nos demuestra que para ser aceptado en su nuevo entorno, los padres prefieren que sus hijos dominen el inglés (y en este caso el español si fueran en Guatemala) antes de todo otro idioma dada la discriminación que enfrentan en los EE.UU además de en su país natal. El resultado de esta abstención es el desplazamiento de sus idiomas nativos ya que la transmisión intergeneracional, a través de los padres,  se interrumpe para evitar la exclusión social mientras que los aproximan al monolingüismo del inglés (y como ya se ha mencionado, los aproximarán al español si fueran en Guatemala) visto en la nueva generación.  La verdad sea dicha, en tanto que haya discriminación racial uno jamás se sentirá cómodo de ser diferente ni de hablar su idioma, tampoco los padres quieren enseñar a sus hijos su idioma nativo para evitar la exclusión social dándoles la oportunidad de progresar como una nueva generación indiferente a sus raíces, en un entorno divulgado plurinacional con el claro deseo de ser una nación homogénea, aun por razones de colonialismo, o sea de poder.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Vilar, Miguel. “Awakening the Language & Culture of Ancient Maya”. National Geographic. National Geographic ©, November 14 2013. Accessed: November 5th 2014. Available:<http://voices.nationalgeographic.com/2013/11/14/awakening-the-language-culture-of-ancient-maya/

 

[2] Rodriguez, Cindy Y. “Mexican-American boy’s national anthem sparks racist comments”. CNN US. CNN © 2014 Cable News Network. Turner Broadcasting System, Inc, September 16 2013. Accessed: December 1st 2014. Available: <http://www.cnn.com/2013/06/12/us/mexican-american-boy-sings-anthem/>

 

[3] Singleton, G.E. More Courageous Conversations About Race,

SAGE Publications ©2012, Google Books. Accessed: November 15th 2014. Available:

<https://books.google.ca/books?id=3ZpyAwAAQBAJ&pg=PA146&source=gbs_toc_r&cad=3#v=onepage&q&f=false > P.148.

 

[4] Hiller, Patrick T., Linstroth, J.P. &Vela, Paloma Ayala. "I am Maya, not Guatemalan, nor Hispanic"—the Belongingness of Mayas in Southern Florida. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research. Vol 10, No.3, Art.10. September 2009. Accessed: December 1st 2014. Available: <http://www.qualitative-research.net/index.php/fqs/article/view/1361/2852>  [37]

 

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